Con guantes, mascarillas y guardando el debido distanciamiento social, voluntarios de la organización Caridades Católicas ayudan a las familias que han sido afectadas por los despidos producto de la pandemia del coronavirus.
“Estamos sobrellevando la cosa” dijo Zaira Jiménez, beneficiada de la donación de comida.
La falta de empleo parece ser el común denominador entre las familias que este jueves desde muy temprano se formaron para obtener comida.
Guadalupe Mata dijo que son bastantes integrantes en su familia y sin trabajo asegura que han “pasado la situación muy dura”.
Entre más se alarga la cuarentena, más necesidad existe entre nuestras comunidades. Caridades Católicas han sido testigos de esto, ya que e n meses regulares sirven a 1,200 familias, pero desde que abrieron tres dispensarios de alimentos por la crisis, han ayudado a 4,500.
Al menos 300 familias al día obtienen 50 libras de comida o más, en los centros de distribución de alimentos de Caridades Católicas, gracias a la colaboración del Banco de Alimentos de Houston.
“Este desastre es diferente a Harvey o Imelda porque usualmente la ayuda llega y permite que la comunidad se estabilice, pero en este caso todos han resultado afectados” indicó Cynthia Colbert, presidenta de Caridades Católicas Arquidiócesis Galveston-Houston.
Los voluntarios trabajan sin parar, usando guantes, mascarillas y tomando el debido distanciamiento social. Intentan protegerse al ser vulnerables del coronavirus. Ellos van poniendo las cajas y bolsas con comida en la cajuela de los autos.
“Ocupamos ayudar como podamos y repartir comida es una bendición y seguridad que podemos garantizar a nuestros vecinos” aseguró Vanessa Silva, quien sirve como voluntaria.
La repartición es cada martes y jueves de 8 a 2 de la tarde, les piden mantenerse en su vehículo en todo momento y después de 2 a 4 p.m. empiezan a recibir personas que lleguen caminando.
Fuente: Univision