Reemplazar un neumático debería ser un conocimiento elemental de cualquier conductor, sin embargo, no todos sabemos hacerlo, y a veces se puede tornar como una tarea complicada, que incluso puede poner en riesgo nuestra integridad o dañar nuestro vehículo. Por eso, en este artículo hablaremos de cómo cambiar una llanta, para que estés preparado frente a cualquier percance.
Causas de los pinchazos
Antes de hablar sobre cómo cambiar una llanta, hablaremos de algunos aspectos que pueden ocasionar que tus neumáticos sufran accidentes. Las razones que pueden hacer que tus llantas se pinchen son:
- Elementos afilados y cortantes en la carreta, que atraviesan el material y generan agujeros en las llantas, como por ejemplo, tornillos, vidrios, o clavos.
- La falta de mantenimiento y cuidado de las ruedas.
- Sobrecarga en el vehículo.
- Falta de renovación representada en excesiva antigüedad de los neumáticos.
- Insuficiente presión al inflar las llantas.
- Impacto fuerte o choque con elementos duros y pesados.
- Deficiencias en la válvula, produciendo escapes de aire.
- Pasar con mucha fuerza y rapidez por huecos o baches en la carretera.
Alarmas de posibles pinchazos
Luego de conocer algunos motivos por los que tus ruedas pueden presentar alteraciones, te contamos cuáles señales indican que algo no anda bien con ellas. Estas pueden ser:
- Ruidos anormales y poco comunes, tanto en el motor, como en las ruedas.
- Vibración del volante debido a un desbalance en el nivel de presión de los neumáticos.
- Dificultad para direccionar correctamente el timón.
- Testigo encendido en el tablero que indica un desnivel en los neumáticos.
¿Cómo cambiar una llanta?
Ya hablamos de algunas situaciones que pueden destruir tus neumáticos, y de los signos y señales que te pueden alertar sobre un posible pinchazo, pero ¿Qué hacer en esta situación? Simplemente debes seguir los siguientes 7 pasos:
- Estaciona el vehículo: Ahorillate en un lugar sólido, y preferiblemente llano; sin desniveles ni inclinaciones. Pon el freno de mano, enciende las estacionarias, y coloca los triángulos de emergencia, para que los demás carros noten con tiempo y distancia que te encuentras estacionado.
- Alista los implementos necesarios: Ve a tu maletera o baúl, y saca tu llanta de refacción y caja de herramientas.
- Afloja los birlos: Con el vehículo aun en el suelo, toma la cruceta o llave de cruz y afloja los birlos o tornillos de la rueda, en sentido contrario a las manecillas del reloj. Cabe aclarar que únicamente debes aflojarlos, no quitarlos por completo.
- Levanta el auto: Coloca el gato hidráulico cerca a la llanta pinchada, y debajo del chasis, no de la carrocería. Acciona el gato, esta vez sí en dirección a las manecillas del reloj, y eleva el carro hasta que el neumático quede aproximadamente a seis pulgadas del suelo.
- Quita la llanta: Una vez el carro esté arriba, retira los birlos, y jala hacia delante la llanta defectuosa. Por precaución, puedes dejarla debajo de tu vehículo, evitando daños si el carro cae accidentalmente.
- Instala la llanta de refacción: Monta la rueda nueva en el centro, con el cierre de la válvula hacia afuera, y aprieta ligeramente las tuercas con tus manos.
- Aterriza el vehículo: Baja tu carro, desinstala el gato hidráulico, termina de apretar los tornillos, y coloca nuevamente las tapas. Guarda el neumático afectado, y llévalo a tu mecánico de confianza para reparación.
Como puedes ver, cambiar una llanta no necesita de mucha ciencia, y tampoco tienes que ser un experto en el mundo automotriz para hacerlo, simplemente debes seguir cuidadosamente los pasos anteriormente mencionados.
Por último, no olvides que es importante que te cerciores de llevar siempre lo necesario para atender cualquier emergencia mecánica, asegúrate que las herramientas estén completas, y que la llanta de refacción esté en óptimas condiciones.
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